En
los últimos años del siglo XIX nos encontramos con un panorama de agotamiento
de los recursos clásicos de la tonalidad y de la forma. El público francés se
encontraba hastiado del wagnerianismo, las tendencias más o menos ligadas con
la tradición habían llegado a un callejón sin salida3, etc. En esta situación
Debussy y Schömberg se plantean el mismo problema de una necesaria renovación,
encontrando cada uno de ellos una diferente solución: Debussy responderá
con el impresionismo musical y Schönberg, un poco más tarde, con
el expresionismo.
3
Ortega y Gasset: “la música después de Wagner necesitaba ser liberada de
sentimientos personales y ser depurada hasta conseguir una ejemplar
objetividad”.
El
impresionismo musical nace por influencia de los poetas simbolistas que buscan
la sonoridad de la palabra independientemente de su significado (Debussy
perteneció a su cenáculo). A este respecto es pertinente señalar el hecho de la
exposición universal de París de 1889, a partir de la que muchos músicos
franceses parecen ver una salida en el exotismo colorista oriental. Entre los
músicos precursores podemos citar a Dukas, Chabrier y sobre todo Fauré (sus
vaguedades y fluctuaciones tonales hacen tambalear la armonía). Debussy es el
cerebro organizador del sistema. Propiamente dicho el impresionismo musical
comienza un poco más tarde que en pintura al regresar Debussy de Roma en 1882.
-Rasgos
distintivos del impresionismo musical.
A
semejanza de la pintura, la música impresionista busca la vaguedad y la
imprecisión, sugerir, evocar y no describir ni imitar la naturaleza, sino
captarla en impresiones sensoriales que la música tratará de transmitir. Las
obras impresionistas han de ser vistas como a través de un sueño, una lluvia o
una bruma. Para conseguir tal sensación los músicos impresionistas acuden a una
serie de recursos como:
El ritmo ha de ser impreciso,
irregular y variado. La música no debe ser encerrada en la tiranía de la
regularidad rítmica clásica. Los mismos títulos de las piezas lo revelan: “la
plus que lente”, “molto rubato con morbidezza”. Etc.
Empleo de otro tipo de escalas distintas
de las occidentales de siete sonidos tales como: escalas orientales, exóticas,
modos antiguos griegos o eclesiástico medievales, de cinco, seis y siete
sonidos sin semitonos atractivos.
Construcción de la melodía al estilo
de un recitado declamado sencillo y vaporoso dando la sensación de un continuo
cambio y fluidez, como si la obra no estuviese acabada. Ausencia de grandes
clímax y extensas líneas y esa continua y lenta suavidad idílica sin aristas.
Destruye el sistema de la armonía clásica
con toda su normativa. Se suceden una serie de paletadas de sonidos que
llamaríamos acordes, sin que uno domine o atraiga al otro, tal y como sí
sucedía en la armonía clásica. Lo que interesa es el colorido y sonoridad
aislada de cada acorde en sí, sin importar que se sucedan según las reglas
clásicas. El oído será en encargado de mezclar esas sonoridades, a semejanza de
la retina que mezcla los colores.
La forma: construye las obras no a través de
desarrollos germánicos sino por yuxtaposición de episodios, como las teselas de
un mosaico.
Los
instrumentos de la orquesta se utilizarán de forma que destaquen por su
propia sonoridad.
¿ En qué fuentes te has basado ? Me gustaría que lo indicaras, gracias.
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