lunes, 4 de marzo de 2013

La música en el siglo XX



   El siglo XX comienza registrando grandes avances científicos y técnicos que facilitarán, entre otras cosas, un enorme desarrollo de los medios de comunicación (automóviles, trenes, barcos, aviones, aparatos grabadores y reproductores del sonido, cine, radio y televisión, sistemas de comunicación vía satélite, etc.). Estas enormes posibilidades comunicativas han influido de forma decisiva en la música del siglo XX, conformando una situación nueva tanto para el músico como para el público ya que dispondrán de una enorme facilidad de acceso a la música que se hace en cualquier lugar y momento.


Esto explica que el siglo XX, en su faceta artística, se caracterice por ser el periodo histórico en el que se concentran un mayor número de manifestaciones artísticas en el lapso de tiempo más corto. Gran cantidad de estilos, corrientes, tendencias, autores en busca de una estética propia, aparecen.

Se reacciona contra lo emotivo buscando revalorizar los elementos del sonido por sí mismos, no para expresar cosas. El objetivo será un arte más intelectual, abstracto, objetivo y puro, que obedezca tan sólo a las leyes del sonido.

No es tarea fácil clasificar a los autores. La mayoría participará de varias tendencias sucesivas y hasta simultáneas.Este panorama tan convulso supone una contestación contra el pasado romanticismo y post romanticismo que, según se percibe en los comienzos del siglo XX, desnaturalizaba el espíritu de la música saturándola de elementos extra musicale.
 

domingo, 3 de marzo de 2013

CAMBIOS EN EL LENGUAJE MUSICAL.


El ritmo.

Goza de un importantísimo enriquecimiento. Las fuentes que inspiran estos cambios son:

- Los ritmos de la vida moderna, de la música extra europea, del jazz, los ritmos libres del gregoriano o del motete medieval, etc.

- Se experimenta huyendo de la métrica tradicional, explorando los compases basados en cinco, siete, once o trece tiempos.

- Se tiende a someter a la obra musical a un cambio continuo en su métrica, rompiendo la regularidad de épocas pasadas. Se desplazan las acentuaciones métricas de los compases. La barra de compás deja de ser tener sentido. Nacen los polirritmos: superposición de dos o más ritmos simultáneos.


La tonalidad.

- La música del siglo XX tiende a usar los doce sonidos de la escala cromática manera libre; atenuando, eliminando o huyendo claramente de la sensación de centro tonal.

- Se aprecia un interés por las escalas propias de músicas medievales y/o exóticas, en busca de nuevas sonoridades.

- Otras veces, se mezclan dos tonalidades diversas (bitonalismo) o varias (politonalismo).


La melodía.

Se dan nuevos planteamientos en lo melódico:

- Se evitan las frases regulares con sus repeticiones.

- Contiene amplios saltos interválicos, tan extremados y difíciles que produce el efecto de fragmentación. La voz humana es tratada como si de un instrumento se tratase.

- Aparecen las melodías de timbres.

- Busca inspiraciones muy variadas, explotando cuantos valores de la historia o de otras culturas puedan ser válidos.

La armonía.

Desde principios del siglo se atenta directamente contra las bases de la armonía clásica:

 - Se abandona el tradicional sistema de construcción de acordes (basado en tríadas construidas sobre una nota fundamental tomando como base el intervalo de 3ª). Se sustituye por combinaciones muy complejas de intervalos y disonancias no sujetas a otras reglas que no sean las de su propia sonoridad.
 Se usan acordes que derivan de otro tipo de escalas (antiguas, exóticas, orientales, etc.).

La textura.
En general se tiende hacia la recuperación de la textura contrapuntística.

La orquestación.

Es este uno de los campos en los que la música contemporánea ha ofrecido más novedades:

- Se busca que cada instrumento destaque con personalidad propia. Se buscan los registros extremos de los instrumentos tradicionales, violentando sus características para tratar de obtener unos efectos sonoros que, en un principio, no parecen ser propios de los mismos.

- Los nuevos instrumentos electrónicos posibilitarán la aparición de timbres completamente nuevos.

- Se multiplican los instrumentos de percusión y sus funciones en la orquesta.

- El ruido se incorpora a la música. También los sonidos extraídos de la vida cotidiana.


Otras novedades:

- Música sinfónica: se siguen utilizando las formas sinfónicas del XIX, aunque con más flexibilidad. Decrece el interés por la música programática.

- Se da un renacimiento de la música de cámara. Las agrupaciones instrumentales más frecuentes son: cuarteto de cuerdas, orquesta de cámara (de cuerda sola o con otros instrumentos). Se vuelven a cultivar conjuntos de viento propios del siglo XVII.

- La música para piano queda estabilizada con importantes cultivadores como: Debussy, Ravel, Bartok, Satie, etc.

- El teatro musical languidece: el siglo XX vive del repertorio operístico del pasado siglo sin haber podido dar aún con un nuevo camino. Esto no quiere decir que no haya muestras importantes en la ópera seria: “Pelleas y Melisande”, de Debussy, “Lulú” y “Wozzek”, de A. Berg, y muchas otras.

- El siglo XX es el siglo del ballet. Stravinsky, Ravel, Hindemith, Roussell, Falla, Milhaud, Shostakovich, Poulenc….

- Aparece la música de cine: Copland, Willians, Prokofiev, Honneger, Auric, Poulenc, etc.

IMPRESIONISMO



En los últimos años del siglo XIX nos encontramos con un panorama de agotamiento de los recursos clásicos de la tonalidad y de la forma. El público francés se encontraba hastiado del wagnerianismo, las tendencias más o menos ligadas con la tradición habían llegado a un callejón sin salida3, etc. En esta situación Debussy y Schömberg se plantean el mismo problema de una necesaria renovación, encontrando cada uno de ellos una diferente solución: Debussy responderá con el impresionismo musical y Schönberg, un poco más tarde, con el expresionismo.
3 Ortega y Gasset: “la música después de Wagner necesitaba ser liberada de sentimientos personales y ser depurada hasta conseguir una ejemplar objetividad”.
El impresionismo musical nace por influencia de los poetas simbolistas que buscan la sonoridad de la palabra independientemente de su significado (Debussy perteneció a su cenáculo). A este respecto es pertinente señalar el hecho de la exposición universal de París de 1889, a partir de la que muchos músicos franceses parecen ver una salida en el exotismo colorista oriental. Entre los músicos precursores podemos citar a Dukas, Chabrier y sobre todo Fauré (sus vaguedades y fluctuaciones tonales hacen tambalear la armonía). Debussy es el cerebro organizador del sistema. Propiamente dicho el impresionismo musical comienza un poco más tarde que en pintura al regresar Debussy de Roma en 1882.


-Rasgos distintivos del impresionismo musical.
A semejanza de la pintura, la música impresionista busca la vaguedad y la imprecisión, sugerir, evocar y no describir ni imitar la naturaleza, sino captarla en impresiones sensoriales que la música tratará de transmitir. Las obras impresionistas han de ser vistas como a través de un sueño, una lluvia o una bruma. Para conseguir tal sensación los músicos impresionistas acuden a una serie de recursos como:
El ritmo ha de ser impreciso, irregular y variado. La música no debe ser encerrada en la tiranía de la regularidad rítmica clásica. Los mismos títulos de las piezas lo revelan: “la plus que lente”, “molto rubato con morbidezza”. Etc.
Empleo de otro tipo de escalas distintas de las occidentales de siete sonidos tales como: escalas orientales, exóticas, modos antiguos griegos o eclesiástico medievales, de cinco, seis y siete sonidos sin semitonos atractivos.
Construcción de la melodía al estilo de un recitado declamado sencillo y vaporoso dando la sensación de un continuo cambio y fluidez, como si la obra no estuviese acabada. Ausencia de grandes clímax y extensas líneas y esa continua y lenta suavidad idílica sin aristas.
Destruye el sistema de la armonía clásica con toda su normativa. Se suceden una serie de paletadas de sonidos que llamaríamos acordes, sin que uno domine o atraiga al otro, tal y como sí sucedía en la armonía clásica. Lo que interesa es el colorido y sonoridad aislada de cada acorde en sí, sin importar que se sucedan según las reglas clásicas. El oído será en encargado de mezclar esas sonoridades, a semejanza de la retina que mezcla los colores.
La forma: construye las obras no a través de desarrollos germánicos sino por yuxtaposición de episodios, como las teselas de un mosaico.
Los instrumentos de la orquesta se utilizarán de forma que destaquen por su propia sonoridad.


viernes, 1 de marzo de 2013

EL EXPRESIONISMO



Movimiento artístico, en un primer momento esencialmente pictórico (Kandinsky) y que luego se extendió rápidamente a todas las artes y que se desarrolló en Alemania a partir de 1905.
Adoptando un punto de partida subjetivo (en este sentido es un derivado del Romanticismo) aspira a representar no ya las impresiones venidas de fuera o de reproducir las formas y colores de la naturaleza sino exclusivamente las internas o subjetivas. El tema central del expresionismo es el hombre tal y como lo describe la psicología del temprano siglo XX: aislado, impotente, alienado, en manos de fuerzas que no comprende, preso de conflictos
interiores, tensiones, ansiedades, temores y todos los impulsos irracionales elementales del inconsciente, y en irritada relación contra el orden establecido.
El arte expresionista se caracteriza por una desesperada intensidad de sentimientos y por modos de expresión revolucionarios que lo distinguen radicalmente del romanticismo: aquí son agresivos, lacerantes, convulsivos, para expresar en toda su crudeza una realidad interior distorsionada.
Schönberg y dos de sus muchos discípulos (Berg y Webern) forman la llamada 2º escuela de Viena. Son los principales representantes musicales de un movimiento expresionista que alcanzará su culminación entre los años 1910-1925.